Escribir sobre los 20 años de Spora quizá sea de las cosas más complicadas. Es como ponerte a escribir tu biografía, que todo se te desordena y estallan todas las emociones a la vez.
Seguramente porque Spora es mucho más que un proyecto empresarial, de hecho, podría decirse que no nace como un proyecto empresarial, sino como una forma de poder hacer lo que más nos motiva sin tener que depender de nadie. Siempre hemos intentado llevar a la práctica nuestro ideal de proyecto emprendedor, que poco tiene que ver con lo que todas tenemos en la mente cuando nos hablan de este concepto. Un proyecto que tiene una misión por encima de todo. Una misión de verdad y hasta sus últimas consecuencias.
Esto no sólo afecta a lo que hacemos, sino al cómo lo hacemos. Y… lo más difícil de estos veinte años ha sido mantener la coherencia en los momentos difíciles.
Quizás este post parece más una reflexión en voz alta que un artículo interesante que repase la trayectoria de Spora, pero, creo que es importante en este momento detenernos un segundo y hacer balance de lo que hemos hecho, de lo que somos y de lo que queremos ser.
Spora es un proyecto básicamente de mujeres y liderado por mujeres, que podría parecer obvio que esté liderado por mujeres si decimos que es un proyecto de mujeres, pero la realidad es que existen muchas estructuras y muchos proyectos con presencia mayoritaria de mujeres que están liderados por hombres. Así que la cosa no es tan evidente y vale la pena detenernos un momento. Y me detengo porque todavía nos encontramos con muchas barreras, especialmente a la hora de estar presentes en los círculos de decisión o teniendo que demostrar niveles de profesionalidad muy superiores para ganarnos la credibilidad y la confianza, mayoritariamente de hombres. Esta batalla la seguiremos haciendo porque forma parte de nuestro ADN.
Spora es un proyecto que quiere intentar aportar su de grano de arena a la sociedad, no sólo relativo a la mitigación de la emergencia climática, que es intrínseco, sino en cómo entendemos que deben estructurarse y funcionar las empresas. Poniendo a las personas que trabajan por delante de todo y entendiendo que Spora son ellas. Y eso significa velar por que tengan las mejores condiciones laborales, emocionales, salariales,… También parecería obvio decir esto, pero cuesta esfuerzos ingentes mantenernos firmes. Porque esto significa no rebajar precios en concursos, perder proyectos y sentirnos cuestionadas a diario.
Spora es un proyecto que busca generar un impacto más allá de nuestra propia actividad y nos preocupa a nuestro entorno más directo. Nos tomamos muy en serio nuestro papel en la dinamización de nuestros barrios. Ahora Salt y en pocos meses el barrio de Santa Eugenia de Girona. Con un nuevo proyecto que se abre al barrio con el objetivo de generar una nueva sinergia en un espacio maravilloso como son las Huertas de Santa Eugenia; un barrio tradicionalmente muy maltratado que merece acoger proyectos como éste.
Podría seguir hablando de infinidad de cosas poco relacionadas con la actividad más directa. Porque Spora, por encima de todo, es un proyecto de vida y una forma de entender el mundo. Por lo menos así es como lo vivimos nosotras.
En fin… después de veinte años de muchos aprendizajes personales y profesionales, de haber compartido muchísimas experiencias con personas que nos han aportado visiones y perspectivas muy diversas, de etapas muy duras y complicadas, pero también de grandes momentos y muchísima ilusión, podemos decir que el proyecto está consolidado, que tenemos unos objetivos muy claros y que sabemos muy bien qué queremos hacer y cómo lo haremos.
Así que seguimos y… ¡por muchos años más!