La Garriga fue pionero en convertirse en el mayor municipio de Cataluña en implantar un modelo de recogida de residuos puerta a puerta a toda la población.
En el municipio sólo se reciclaba el 43% de los residuos y, en los últimos diez años, el coste del tratamiento de la fracción restante se había incrementado un 380%. Por ello, el Ayuntamiento de La Garriga optó por cambiar los contenedores abiertos en la vía pública e implantar un cambio de modelo más eficiente de recogida de residuos: el puerta a puerta.
Para definir nuestra propuesta, determinamos las necesidades:
- Vincular la situación de emergencia climática con la gestión de residuos del municipio
- Asegurar una buena línea comunicativa respondiendo a las preguntas más frecuentes y desmontando los mitos y la negativa por parte de la ciudadanía a aceptar el nuevo sistema.
- Implicar a toda la ciudadanía
El principal reto era el elevado número de ciudadanos que tiene el municipio (7.100 viviendas y 700 comercios), así como una fuerte oposición a la implantación del nuevo modelo.
La campaña comunicativa de la fase de implantación del nuevo modelo se basó, sobre todo, en utilizar un argumentario muy claro que justificaba el cambio de modelo. Formamos a los representantes públicos del municipio para que tuvieran las herramientas y argumentos necesarios para dar respuesta a todas las inquietudes de la ciudadanía, pero también para mantener una imagen de firmeza y convencimiento frente al nuevo sistema de recogida. Además, les acompañamos en todo momento, permitiendo activar, si era necesario, protocolos de crisis.
A nivel externo, la campaña estuvo expresamente diseñada con una contundente fase informativa previa a la implantación, para comunicar y divulgar toda la información de forma óptima.
Un puntal esencial en la estrategia comunicativa fueron las charlas informativas para favorecer la participación y maximizar la implicación de toda la ciudadanía y de las diferentes asociaciones y colectivos del municipio. Junto con las cartas informativas, la página web y la app ciudadana, también clave en la campaña, se destacó el éxito del sistema de recogida puerta a puerta en otros municipios que ya lo habían implantando, así como en varios países europeos.
Además, en el marco de emergencia climática, se expuso la importancia de reciclar correctamente los residuos y reducirlos en primer lugar. Por eso se hicimos un rebranding de la imagen que se había empleado hasta entonces y, así, construimos una marca paraguas adaptable a cualquier servicio o campaña relacionada con los residuos o su prevención.
La marca se caracteriza por un eslogan claro, junto con el nombre del municipio, colores vivos y una gráfica desenfadada y fresca con un gran universo gráfico ilustrado: en la Garriga, residuo cero.