Los municipios que conforman la Mancomunidad de Urola Kosta, en el País Vasco, ya hace años que cuentan con el servicio de compostaje comunitario. Con el objetivo de fomentar esta actividad, se llevó a cabo un diagnóstico de la situación actual en relación al compostaje comunitario.
Se realizó a través de la comprensión profunda del marco legal vigente, el sistema de recogida existente (en especial, de la fracción orgánica) y las características del territorio. El análisis pretende convertirse en una hoja de ruta para impulsar de forma activa el compostaje comunitario, mediante objetivos concretos, acciones técnicas y una estrategia comunicativa.
Para realizar el diagnóstico del compostaje comunitario se implementó la metodología de análisis DAFO, evaluando las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. Se complementó con el análisis CAME, para corregir las debilidades internas del servicio, afrontar las amenazas externas, mantener las fortalezas para seguir reforzando estas ventajas y explorar nuevas oportunidades.
En este punto, se analizó la gestión de los residuos y el servicio de recogida y de compostaje comunitario actuales, con el objetivo de disponer de un conocimiento integral del sistema vigente. A banda, se realizó un análisis territorial y cartográfico de los cinco municipios de la Mancomunidad de Urola Kosta: Aia, Getaria, Orio, Zarautz y Zumaia.
Se dividieron los objetivos del proyecto en dos fases:
Fase 1
La primera fase se centró en lograr el máximo rendimiento de los compostadores actuales y cumplir con la normativa vigente. Para conseguirlo, se marcaron los siguientes objetivos:
- Adaptar las áreas de acuerdo con la normativa
- Conseguir un total de entre 143 familias compostadoras con una participación regular
- Gestionar aproximadamente 23 toneladas de residuos orgánicos anuales mediante el compostaje comunitario
- Testar la tecnología de identificación del usuario y el uso de apps para mejorar la comunicación bidireccional
- Conseguir un compuesto higienizado y de calidad en cumplimiento con los estándares establecidos, por así habilitar sinergias con los servicios de jardinería municipales, entre otras
Fase 2
Para el desarrollo de la segunda fase, que depende en gran medida del éxito de la primera y de los recursos de la Mancomunidad, el objetivo principal se centró en la expansión de la práctica del compostaje comunitario. Se abordó a través de tres ejes:
- Creación de nuevos puntos de compostaje comunitario: Mayor cobertura territorial, Posibilitado que sea la única vía de gestión en determinadas zonas, como Aia, Nuevos tipos de público – zonas de parking de autocaravanas para los turistas
- Implantación de la tecnología de identificación del usuario en el resto de áreas
- Diseño de una fiscalidad asociada al sistema de recogida que incluya bonificaciones específicas para los usuarios del compostaje comunitario basándose en su participación
A banda, se desarrolló una campaña de comunicación con el objetivo de captar, como mínimo, un total de 88 familias participantes para llegar a las 143 familias en total. Se planificaron una serie de acciones, como la mejora de la página web, el diseño de paneles informativos, una bustiada de cartas informativas, la ubicación de un punto informativo y un proceso de comunicación personalizada de la prueba piloto.
Para apoyar la campaña se diseñaron algunas acciones de cariz más técnico, como son la adecuación de las áreas de compostaje comunitario, la designación de un maestro compostador, la implantación de la prueba piloto y la realización de analíticas de calidad del compuesto.